Este es el blog de un equipo de Cuidados Paliativos... trabajamos "a pie de cama", en el domicilio del paciente, en su espacio más íntimo y personal.

Todos los días hay un viaje distinto, duro, sorprendente, triste, emocionante... y con un final.

¿Nos acompañas?.



martes, 1 de mayo de 2018

uN QueHaCeR DiaRio...


Si tuviera que elegir un quehacer diario, dudaría. Sin embargo, tengo uno de los trabajos más bonitos del mundo, aunque quizás a algunos les parezca extraño.

Conozco y comparto con personas desconocidas, que al poco tiempo ya son casi de la familia, momentos de zozobra, tsunamis que zarandean sus vidas desde los cimientos más profundos, su mundo emocional, sus más íntimas sensaciones, sus relaciones más personales, el miedo con mayúsculas y también el miedo a la nueva vida que comenzará en breve, incluso en los más pequeños detalles.

Todo un lujo y una gran lección de ViDa, cada día. Mi escala de valores ha cambiado de forma radical desde el inicio, hace ya doce años.

Mi quehacer diario es un trabajo. Exige una formación continua tanto en lo científico como en la comunicación y, además (y esto es fundamental), en la faceta emocional que debes tener bien recolocada (la tuya) cada mañana para dar cabida a lo más personal, lo más íntimo y duro que viene de afuera (y que a veces se manifiesta a bocanadas, sin filtro), en ocasiones salvaje otras contenido, y que tambalea hasta tus creencias más hondas, los valores que has ido ordenando con mimo y tiempo, de más a menos. Aire contaminado, aire fresco. Aireando siempre.

Se trata de catalizar, de escuchar, de ponerte al otro lado hasta el final, de sentir que estás en la piel del otro, aunque duela, de empaparte hasta calarte, de sacar los recursos que todo ser vivo lleva dentro y de estar allí sin dudarlo y, a veces, sin tener la certeza de si vas a ser capaz… pero resulta que lo eres.

Entrar en el domicilio de un paciente en situación de enfermedad terminal es entrar en otra dimensión, donde el tiempo pierde las horas, el mundo se detiene para vivir única y exclusivamente lo que allí se está cocinando. La vida en estado puro, cruda. Sin accesorios. Auténtica.


En mi duda, el abanico se abre. Pero esa es otra historia…


6 comentarios:

Matute dijo...

Precioso, emocionante, emotivo... como siempre!!! Mil besos!!!

Pilar Herrero dijo...

Wuauuuu Pilar, es necesario respirar profundo después de leerte. Felicidades por la impresionante labor que haces y toda tu entrega al apoyar en esas situaciones. Abrazoteeee fuerte Pilar

Paula Cruz Gutierrez dijo...

No dudes preciosa y sigue adelante. Un millón de besos.

Violeta (Pilar Lázaro) dijo...

Matute, grande, como siempre al lado, tocándonos con la punta de los dedos y más.
Pilar, luchadora incansable, siempre mirando el reflejo dorado de las cosas. Ha sido un auténtico placer conocerte y sentir tu energía, que fluye y se acomoda donde la necesitas.
Y qué decirte miqueridaPaula, mujer sabia y agradecida a la vida. Mi admiración más profunda.
Gracias a los tres por estar aquí. Milyunbesos

Merche dijo...

Que bien descrita la sensación, lo que implica para uno mismo el trabajo que hacéis.
Felicidades!!

Violeta (Pilar Lázaro) dijo...

Gracias Merche. Un placer que te asomes a esta ventana y compartas sentimientos.
Un beso